Con la excusa de cortar con una larga y tristemente célebre tradición en Balcarce 50, el presidente Alberto Fernández contrató un costoso seguro de Nación Seguros. Se trata de la empresa investigada en la causa que tiene a maltraer a Alberto Fernández en un juicio por corrupción.
Como si de una novela policiaca se tratara, la ola de robos sacude el corazón de la Casa Rosada desde hace décadas.
A pesar de los avances de la tecnología, las cámaras de seguridad y las decenas de medidas preventivas que se han tomado con el tiempo, poco y nada ha logrado hacerse al respecto. Ciertamente, para un ladrón avezado, Casa Rosada ofrece un botín incomparable.
Desde elementos comunes y corrientes, como cientos de computadoras, elementos de oficina, muebles y libros, a otros de gusto más refinado, como costosas obras de arte, bastones presidenciales y reliquias de valor tanto material como histórico.
Durante la gestión del ex presidente Alberto Fernández, los amigos de lo ajeno se llevaron un verdadero botín a lo largo de los cuatro años de mandato. En modalidad de “robo hormiga”, casi todas las semanas se reportaron faltantes.
Nada podía dejarse sobre los escritorios, los cajones debían cerrarse con llave y otras medidas fueron necesarias. A pesar de ello, son incontables los cargadores de celulares, bebidas, termos, juegos de mates, anteojos, resmas de hojas, lapiceras, agendas, carpetas, impresoras y hasta computadoras enteras que han desaparecido de un día para el otro.
Si bien no son pocos los que recuerdan el robo de obras de arte, los equipos de seguridad aún se encuentran traumados por la desaparición del bastón de mando y la banda presidencial de Arturo Frondizi, el reloj chalequero y la pulsera de Nicolás Avellaneda y hasta una pluma fuente de oro que perteneció a Roberto Marcelino Ortíz.
En ese marco, con el objetivo de dar por tierra la delictiva actividad y teniendo en cuenta que en el corto plazo se prevén refacciones en Casa Rosada, lo que implica puertas abiertas y un mayor descontrol en torno a los ingresos y egresos del edificio, Milei decidió contratar un servicio de seguro sobre las obras de arte.
La operación se llevó a cabo a través de una contratación directa, la Nro. 23-0016-CDI24, a través de la cual Nación Seguros se propone asegurar hasta la suma de 59 millones de pesos.
El mismo incluye sistemas de alarma, sensores, seguridad las 24 horas del día, custodia satelital con monitoreo y traslados especializados, en el caso de que sea necesario. En total, el gobierno de Milei pagará una cuota inicial de 993 mil pesos mensuales.
En este punto, vale recordar que Nación Seguros es la misma empresa que Alberto Fernández habría utilizado en numerosas ocasiones para obtener retornos a través de la contratación de seguros con el estado, según se desprende de una denuncia que tramita en la Justicia Federal.
De hecho, durante los últimos días trascendió que Gustavo Carlos García Argibay, ex integrante del directorio de Nación Seguros, ha sido implicado en este escándalo de corrupción. La investigación reveló que el hombre mantenía vínculos estrechos con empresarios clave del sector asegurador, según mensajes encontrados en el celular del ex presidente de Nación Seguros, Alberto Pagliano.
Se lo acusa de haber facilitado contratos a productores vinculados, en particular a empresas como TG Broker. La causa, que comenzó en marzo y se reactivó recientemente, está siendo conducida por el juez Julián Ercolini, quien ha ordenado allanamientos y levantamientos de secreto fiscal y bancario en varias empresas relacionadas
